Cuando un emprendedor se plantea por primera vez una idea de negocio, no resulta fácil trasladar inicialmente el proyecto que flota en su cabeza a una realidad tangible, que pueda ser rentable a corto o medio plazo.
En 2008 nació una sencilla metodología que ayuda a dar valor a nuestras ideas de negocio, el modelo Canvas.
Se trata de una herramienta lo suficientemente sencilla como para ser aplicada en cualquier escenario: pequeñas, medianas y grandes empresas, independientemente de su estrategia de negocio y público objetivo.
En su sencillez radica el éxito. Nueve pasos de su propuesta:
- Segmentar los clientes, para conocer el nicho de mercado y las oportunidades de nuestro negocio.
- Definir bien la propuesta de valor, en otras palabras, saber por qué somos innovadores y qué nos diferencia de nuestra competencia y nos acerca a potenciales clientes.
- Delimitar los canales de comunicación, distribución y de estrategia publicitaria que seguiremos, para fortalecer nuestra marca e idea de negocio.
- Establecer la relación que mantendremos con los clientes.
- Determinar las fuentes económicas de nuestra idea de negocio, un aspecto fundamental si queremos tener éxito.
- Identificar los activos y recursos clave que necesitaremos como piezas imprescindibles en el engranaje de la idea empresarial.
- Conocer las actividades clave que darán valor a nuestra marca, y saber las estrategias necesarias para potenciarlas
- Tener en cuenta los socios clave con los que establecer contactos y alianzas para el negocio. En otras palabras, definir las estrategias con potenciales socios o proveedores, entre otras figuras importantes.
- Marcar las estructuras de costes, para llegar a saber el precio que tendrá que pagar el cliente por adquirir el bien o servicio que ofrecerá nuestra idea de negocio.